La historia de la cachimba y sus orígenes

Si has llegado hasta este artículo, está claro que te interesa la historia de la cachimba y los orígenes de lo que hoy conocemos como “shisha”. Y te la queremos contar brevemente, pero con todos los matices que debes saber de cómo nació este invento, y por qué se popularizó tantísimo.

Para los que podéis estar un poco perdidos, y para que os resulte interesante, os haremos un muy breve resumen del nacimiento de la shisha. Y es que, aunque no se sabe con certeza, una de las teorías que existen, según el grandísimo investigador de historia Cyril Elgood, se atribuye el invento de la shisha a Irfan Shaikh, médico del emperador mongol, Akbar.

Pero hay más teorías sobre los verdaderos orígenes de la cachimba o narguille, y otras líneas de investigación de estas últimas décadas, se habla de que la shisha ya se utilizaba con anterioridad, y que fue un producto importado desde Persia hacia la India, por un mercader llamado Abu’l Fath Gilani.

Incluso, otras investigaciones aseguran su nacimiento en China o Egipto, en el siglo XV o XVI, coincidiendo con la expansión británica por toda la India, e introduciéndose en Occidente (o sea, que a los británicos les encantaba “eso de echar humo” y se lo trajeron a Europa)

Para qué se inventó la shisha

La idea principal de la cachimba, shisha, hookah o narguile (recibe estos nombres en función del país donde se utilice) era la de encontrar un sistema que “limpiase” el humo, y “purificarlo o sanarlo” mediante un “filtrado” a través del agua.

Este invento se popularizó entre los nobles, y en poco tiempo se convirtió en un símbolo de status social para la aristocracia y la burguesía de toda la India.

Sin embargo, en los países de cultura árabe, la cachimba forma parte de su cultura y su tradición, hasta tal punto que “fumar shisha” es considerado un acto social, semejante al de tomar un té en el Reino Unido, o tomar un vino o una cerveza en España.

De esta manera, los árabes se reunían para fumar hookah, y compartir charlas y risas. Fue (y es) algo muy popularizado y habitual en su cultura.

La shisha como producto estrella en locales de ocio

Debido a la prohibición a la hora de consumir alcohol en los establecimientos en los países árabes, las shishas se convirtieron en el producto estrella durante los momentos de ocio de la comunidad árabe.

Si te paras a pensar, al igual que en España quedamos un sábado para ir a tomar una copa a un pub, o una cafetería, en estos países es habitual encontrar a la gente reunirse para tomar un té y fumar hookah.

La shisha está, hasta tal punto, integrada en la sociedad árabe, que los bares de copas, teterías y demás negocios del sector de la hostelería generan entre el 60% y el 70% de su facturación gracias a este producto, puesto que la ley les prohíbe consumir bebidas alcohólicas en establecimientos públicos.

Afortunadamente, para quienes somos aficionados y consumidores de cachimbas, esta costumbre de fumar shishas en establecimientos de ocio, como pueden ser bares de copas, pubs, teterías o discotecas, ha ido creciendo durante los últimos 8 ó 9 años en España, aunque en Europa lleva más tiempo, hasta tal punto de que forma ya parte de nuestra forma de vida y de diversión, y no sólo en establecimientos públicos. Son millones de personas las que gozan de una cachimba para utilizarla en su propio hogar, tanto individualmente como para compartirla en reuniones de amigos y familiares.

Después de la implantación de la Reforma Antitabaco, la posibilidad de consumir cachimbas en establecimientos públicos se logró gracias a que esta forma de fumar está basada en la elaboración de carbones y hierbas que utilizan como base caña de azúcar, melaza de frutas y agua, todo con materias primas de productos naturales.

Normalmente, se usa una mezcla principal de hierbas sin nicotina y basadas en caña de azúcar, junto a melazas de distintas frutas como puede ser el plátano, la fresa, la hierbabuena, el mango, la manzana, y una variedad infinita de sabores… Son estas mezclas las que otorgan el sabor de la pipa de agua.

En la base hay un depósito de agua, cuya misión no es otra que la de limpiar, purificar o sanar, e incluso refrescar el humo, de tal forma que, parte de los elementos nocivos del fumable, queden en el agua. Por esta razón recomendamos cambiar el agua en cada uso, y no sólo para que vuestra cachimba sepa mejor, sino para eliminar las pequeñas motas de carboncillo o melaza que puedan haber quedado depositadas en el agua que, además de “maquillar” el sabor de ésta, también aportan suciedad.

Y si tienes otras teorías sobre el origen de la cachimba, y te apetece aportar algo sobre su historia, tan sólo tienes que utilizar los comentarios, y así nos ayudarás a actualizar esta humilde visión sobre “Cómo nació la shisha y por qué se ha convertido en todo un fenómeno social”.